Sebastián Fest - Caminar como un campeón

miércoles, 30 de diciembre de 2009


Caí en la cuenta esta mañana, 30 horas después del inolvidable domingo: caminaba feliz por la ciudad, con orgullo de campeón. Me costó terminar de entender lo que estaba sintiendo. Claro, no me había pasado nunca, al fin y al cabo yo elegí ver en los ‘80 muchos más partidos ante Douglas Haig y Armenio que River, Boca o Independiente. Esas decisiones tienen sus riesgos, aun cuando sean, en cierto modo, más valientes que ser hincha de un equipo con títulos seguros en el pasado y el futuro.

Mi viejo, que murió hace pocas semanas, apenas horas después del 3-0 a Godoy Cruz, fue el “culpable” original del asunto, contaminando a mi hermano y a mí. Claro, poco podíamos hacer ante tanto amigo de River o Boca, pero todo llega, como llegó con el 2-0 de la primera fecha, cuando le dije a un amigo de River: “Este año somos campeones”.

“Agradecé si salen terceros”, fue la respuesta que lo confirmó como no-profeta. Madrugadas por TV o rojadirecta desde Madrid hasta creer que sí, que en la última fecha podría estar en la Bombonera para ese día que estaba convencido de que llegaba. No hubo suerte: mi avión, desde Sudáfrica, aterrizó casi a la misma hora que empezaba el partido. Radio y TV para seguir la mejor de las derrotas, y demasiadas emociones, demasiados amigos de River, como para irme a Peña y Arenales a celebrar. No, la celebración fue personal, pero no por eso menos emocionante. Con mi hermano a la distancia, en Alemania, mi viejo más distante aún y el orgullo -deformación profesional de periodista- de que las tapas de todos los diarios el lunes mostraran a mi equipo.

Un equipo que juega mal. Sí. Jajaja. Tan mal como un campeón. Algo que no podrá negar mi tío Carlos, hábil para desconectar todos los teléfonos el domingo a la tarde. Aún estoy esperando a que me llame para felicitarme.

Pero hay que entenderlo. Pobrecito: es hincha de Los Andes.
.
.
(*) El autor nació el 29 de marzo de 1971 en Lomas de Zamora. Periodista egresado de la Universidad Católica Argentina (UCA), reside en Madrid desde 1997 y es jefe de Deportes del servicio en español de la agencia alemana DPA. Cubre tenis desde 1994 y es actualmente co-presidente de la Asociación Internacional de Periodistas de Tenis (ITWA). Fuera del tenis cubrió todos los Mundiales de fútbol y Juegos Olímpicos celebrados desde 1996 hasta hoy. Además, publicó el libro Enredados, sobre las últimas presentaciones del equipo argentino de Copa Davis. Agradezco a Sebastian por prestarnos esta columna y a los muchachos de Euro Banfield, que mantienen el fanatismo por nuestro Taladro a la distancia!

Angela Lerena - Los hijos de Dios

martes, 20 de octubre de 2009


El periodista se identificó como corresponsal de un medio peruano y dijo:
-Es muy difícil encontrar unanimidad total. Ni Dios -el otro- lo ha logrado.
Era la introducción a una pregunta que, limpia de referencias místicas y vueltas barrocas, podría resumirse en: qué pensás de Perú, rival que visitaba a Argentina tres días después.

Maradona respondió que cuando ataca es peligroso y que el Chemo del Solar le pone garra. Acostumbrado a que lo llamen Dios, y lo comparen con el otro, no le pareció necesario relativizar la referencia divina del colega. Él respondió como si nada porque Diego responde al nombre de Dios. Diego está habituado a la existencia de la Iglesia Maradoneana, al sobrenombre D10S, a la obsecuencia fanática. Cada tanto recuerda que él no es ejemplo de nada, pero nunca ha negado su condición de divinidad.

Por el contrario, Maradona se ha rodeado de discípulos que, como los del hijo de Dios –el otro- funcionan como escribas para inmortalizar cada paso de su grandeza. Estos discípulos relativizaron la gravedad de los doping positivos que pusieron en riesgo el trabajo de un equipo entero, y hasta escribieron un libro donde explican que, en realidad, la efedrina del Mundial ’94 fue introducida en el cuerpo de Dios –éste- a través de una hostia adulterada.

Los discípulos borraron de la historia las pésimas experiencias como técnico del Señor, y la inconsecuencia para cumplir sus responsabilidades. Los discípulos entronizaron a Maradona hasta llevarlo a dirigir a la Selección. No porque fuera el mejor candidato para el puesto, sino porque Dios –éste- merecía una ofrenda de su pueblo.

Los discípulos tuvieron siempre prioridad para entrevistar a Maradona. Cuando el Diez quería evitar los cuestionamientos que incomodaran su divinidad, los discípulos eran los únicos autorizados a hacerle preguntas. Tuvieron y tienen, además, el derecho a aspirar a la máxima recompensa con la que un escriba puede soñar: ser su amigo, compartir una noche, una cena. Ser nombrado con nombre propio. Existir, a los ojos de Dios -éste-.

El sacrificio exigido a cambio de tanta generosidad celestial es la incondicionalidad. Judas traicionó a Dios –el otro- y se suicidó, abrumado por la culpa. Pedro lo negó tres veces en la misma noche y dedicó el resto de su vida a remediar la afrenta, hasta morir en la cruz como su Señor. Los habitantes de Sodoma y Gomorra ardieron hasta la destrucción junto a sus ciudades, infectadas de perdición. Habían hecho enojar a Dios –el otro-.

-Usted se queja porque no tiene tiempo de trabajar con los jugadores –preguntó otro periodista aquel jueves previo al partido con Perú-. ¿Cuáles son las razones por las cuales la Selección no entrena por la mañana?
Disgustado, y atento al sobrepeso del ofensor, dijo Dios –éste-: “Me parece que vos no hacés nada por la mañana. Ni fútbol, ni ejercicio, ni nada”, tronó el escarmiento.

A Dios no le gusta que lo contradigan, ni lo nieguen, ni lo desobedezcan. Porque Dios espera de nosotros que tengamos fe, que creamos en Él aunque las evidencias lo desmientan. Para eso están sus discípulos, para contar que sí, que es verdad, que Dios es infalible aunque a veces no parezca. Y a quienes tengan la osadía de cuestionar su perfección, les esperará el diluvio universal, que arrasará las tierras, los animales y los hombres. Como Noé y sus compañeros de arca, sólo sobrevivirán los elegidos, aquellos que merezcan la misericordia de Dios. Éste o el otro, lo mismo da.


(*) Angela Lerena es periodista del diario Crítica.

Homenaje

jueves, 7 de mayo de 2009

Ediciones Al Arco, una editorial independiente dedicada exclusivamente a la literatura deportiva, lanzó una serie de libros denominada "Colección Pedro Uzquiza", en homenaje al prestigioso periodista que trabajó por 27 años en el diario Clarín.
.
La colección fue inaugurada con el lanzamiento del libro "De Puntín", un libro de cuentos futboleros que se encontraba agotado y que tiene ya una estatura mítica en el ambiente. El libro, con prólogo de Jorge Valdano, reúne cuentos de Ariel Scher, Daniel Lagares, Gustavo Grabia, Juan Pablo Bermúdez, Miguel Bossio, Ariel Greco, Cristian Garófalo, Alejandro Caravario, Walter Vargas, Marcos González Cezer y Julio Boccalatte.
.
El diario Clarín recordó al noble Pedro en este artículo.
.
Si querés el libro, conseguilo acá.

Leandro Edelstein - Legitimar las malas costumbres

Las elecciones legislativas nacionales serán el 28 de junio, como lo quiso el Gobierno. Esto nos hace pensar no sólo en los pros y contras que conlleva esta decisión a oficialistas y opositores, sino en como inciden los comicios en la vida de un funcionario público.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que “sería suicida exponer a la sociedad contiendas electorales permanentes de acá al 28 de octubre mientras el mundo se cae a pedazos". Una apreciación un tanto apocalíptica, pero al menos es coherente con otras frases de su discurso tales como “lo que esta pasando en el mundo es mucho más grave de lo que aparece en la televisión o en los medios. Miles de personas se quedan sin trabajo todos los días, se pierden casas, los bancos no saben cuánto van a durar, nadie puede predecir dónde termina esto". No digo que vivamos en un mundo ideal ni mucho menos, pero el hecho de utilizar el miedo y la tragedia como elemento manipulador ya no es muy original.

Me parece pertinente preguntarnos y preguntarle a Cristina por qué sería suicida exponer a la sociedad a dichas contiendas. ¿Qué es lo que hace un funcionario cuando se avecinan elecciones? O mejor, ¿qué es lo que no hace?

Mientras la Presidenta justifica que “una vez superado el escollo electoral, tendremos mucha apertura y diálogo, alejado de los intereses sectoriales o partidarios”, desde la oposición rugieron todos. Macri: “Convocar a elecciones cambiando las reglas del juego es un síntoma de debilidad”. Stolbizer: “La modificación del calendario esta puesto al servicio del partido del Gobierno”. Morales: “La decisión es irresponsable y de tremenda gravedad institucional”.

Estamos de acuerdo que un funcionario se tiene que preparar para una elección. Perdón, ¿estamos de acuerdo? ¿No es su accionar como tal lo que lo avala para seguir o no en su cargo, además, obviamente, del voto popular?

La Ley de Ética de la Función Pública (Ley 25.188) capitulo 2 artículos C y D indica “Velar en todos sus actos por los intereses del Estado (…), privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular” y “No recibir ningún beneficio personal indebido vinculado a la realización, retardo u omisión de un acto inherente a sus funciones, ni imponer condiciones especiales que deriven en ello”.

Cristina dijo: “Una elección demanda muchas veces posicionamientos personales que poco tienen que ver con los intereses argentinos". ¿Hablaba de ella, de sus funcionarios, de la oposición o de todos?

De todos modos, ¿se entendió bien? El punto de CFK no es revertir esta situación en la cual los “posicionamientos personales” se anteponen a los sociales, sino adecuar las fechas de elecciones para que esos posicionamientos inmodificables afecten lo menos posible al ciudadano.

Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto velar porque se cumplan las normas establecidas; si las excepciones pasan a ser una constante vamos por el camino equivocado.

Ignacio Uzquiza - Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales

viernes, 10 de abril de 2009


El inicio de esta lectura fue una recomendación insistente. Dudé, pero finalmente me ganó la curiosidad. Tal vez pensaba que tanta algarabía podía jugar en contra del acercamiento al libro. Por suerte, la recomendación superó al prejuicio. Jefazo, de Martín Sivak (1) me presentó e instaló en mi reflexión. Me embargó por todo su proceso reflexivo.

Lo narrativo, con secuencias descriptivas, amigables y coherentes, se libera del agobio que a veces producen ciertos textos biográficos donde, en una cronología excesiva, se comienza relatando la vida de los padres hasta llegar al nacimiento del personaje, para llegar así –según el imaginario del escritor- a comprender toda su evolución.

'Jefazo' toma otros parámetros narrativos: se posiciona en un centro muy subjetivo desde donde se cuenta la relación de más de 10 años del autor con el actual presidente de Bolivia. Sivak narra la llegada de Evo Morales al poder y la gestión dentro de él de forma íntima y desde la propia y no menos legítima experiencia personal.

Es interesante como el libro demuestra la sencillez con la que vive el presidente de Bolivia a pesar de su investidura y cómo busca contagiar eso a la administración pública. Es asombroso como el hombre, el sindicalista que según él nunca va a dejar de ser, se levanta todos los días a las 4 y 30 de la mañana y se acuesta a las 12 o cómo puede llegar a dormir en un hotel del interior de su país de 4 dólares la noche, sin teléfono ni televisión o en un viaje a Nigeria cuando le dijeron que sólo tenía habitación el presidente en la suite y se sorprendió por el precio de otras para alojar a su equipo, decidió que todos durmiesen en la suya para no entrar en gastos.

Están los que dirán, con razón, que esos son gastos reservados y que ahorrar ese dinero en nada ayuda a la economía de un país. Sin dudas que es así y los argentinos lo sabemos mejor que nadie, pero en este caso la cuestión pasa por otro lado: por demostrar austeridad, por trasladar ese discurso a un pueblo que busca un cambio.

El libro también detalla la relación de Evo con la hoja de coca, su antiamericanismo, su tradición nacional y su indigenismo.

Con la coca cuenta sus peleas contra los norteamericanos que pretendían erradicarla del país, por eso fue perseguido, encarcelado y hasta sufrió conspiraciones en su contra para asesinarlo o para que deje su gobierno.

También trata la relación de Evo con Chávez, a quien el autor la pone como importante pero la despoja de intromisiones del líder venezolano en la política boliviana a pesar de la gran cooperación que brinda Chávez a Bolivia.

La relación paternalista con Fidel Castro. A quien admira desde toda su vida. Cuenta que fue el primero en saber su idea de nacionalización de hidrocarburos y fue quien le aconsejó que tenía que llegar al poder por medio del voto.

Todo eso, más viajes, discursos en pueblos desolados, reuniones con sindicalistas, charlas con sus asesores es lo que nos muestra Sivak en “Jefazo”, sin idealizar a la figura y contando las cosas cómo son. Es recomendable para analizar la figura de un político del cuál mucho no se sabe y que está marcando un cambio en la forma de gobernar.


(1) Sivak, Martín. Jefazo, Buenos Aires, Ed. Debate, 2008.

Mariano López Blasco - Radiohead, mucho más que buena música.

jueves, 26 de marzo de 2009


Fue mucho más que un buen concierto ofrecido por una buena banda de rock. También excedió a una cautivante compilación de las pasiones que la música (y el género en particular) puede provocar en su calidad de arte popular. Es que la espera fue larga, muy larga. Lo sabía esa marea humana, ese vos y yo más otros 35 mil bien apretados en el escenario montado en el Club Ciudad de Buenos Aires. A las 21.20 estaba previsto el show de Radiohead, en su primera visita en la Argentina, en una única y anhelada presentación. Y a esa hora, como buenos ingleses, Thom Yorke, los hermanos Jonny y Colin Greenwood, Ed O’Brien y Phil Selway pisaron el escenario, detonando los primeros alaridos. Una genial historia repartida en poco menos de un cuarto de siglo (17 años desde el lanzamiento de su primer sencillo, el himno Creep), siete álbumes de innovadora espectacular reeditada uno detrás del otro y, al fin, varias piezas maestras, para una síntesis en dos horas inolvidables.

Fue larga la espera y quizás haya servido (entre las ansias por verlos in situ y la incertidumbre de un nuevo encuentro en este suelo) para la inevitable exaltación del goce. Fue larga la espera, pero este quinteto formado alguna tarde de 1985 por adolescentes estudiantes del Abingdon School, en Oxford, no eligió cualquier momento para desembarcar en Buenos Aires, sino que lo hizo con el propósito de la presentación de un gran disco. Se trata de In Rainbows, editado en noviembre de 2007 bajo una modalidad inédita: la banda lo difundió a través de su sitio web en forma totalmente independiente y cada usuario tenía en sus manos la decisión de pagar lo que creyera conveniente por obtenerlo, incluso hacerlo gratis.

Y 15 Step, el tema apertura de In Rainbows, fue el elegido para hacer trizas esos años de ansiedad acumulada. La base del sintetizador y el pulso de bombo de Selway, baterista y percusionista, atestiguaron los escozores iniciales de esas almas amuchadas bajo el escenario, tras agotar las entradas con semanas de antelación. La primera gran ovación llegó inmediatamente después, con Airbag (como 15 Step, pero en OK Computer) y ese épico golpe de guitarras distorsionadas en La con una novena agregada, que le pone fin a la introducción y a la canción misma, para luego abrirle paso a la genial There There, primer corte de difusión del álbum Hail to the Thief , con los guitarristas (entre otros instrumentos que saben dominar, vale aclararlo) Jonny Greenwood y O’Brien colaborando con Selway en los tambores y ese inquietante riff ejecutado en las seis cuerdas de Yorke. Con la voz y el alma del quinteto británico cantando “somos accidentes esperando suceder”, There There (de mis preferidas, si se me permite) estimuló los primeros saltos de un público ávido de rock, dignos de los grandes conciertos de estadios.

Posteriormente fue el turno de All I Need y sus logrados arreglos de cuerdas, una de las grandes piezas de In Rainbows. Luego, el primer guiño dance de la mano de Kid A (tema que da el nombre del disco editado en 2000, experimental, con fuertes matices de música electrónica, jazz y música clásica) y, al toque, el primer gran himno popular de la noche: Karma Police, uno de los hits de OK Computer.

Si en algún momento de la noche lo perdió, el protagonismo de Yorke y sus cautivantes falsettos se vieron restaurados con Nude y Weird Fishes/Arpeggi, el mayor esplendor del cantante en In Rainbows. Enseguida, The National Anthem, incluido en Kid A, hipnótico y nada menos parecido a un himno nacional en su musicalidad, para luego romper los esquemas con The Gloaming, casi un mini set de música electrónica que la banda editó en Hail to the Thief.

Acto seguido, el público vibró con No Surprises, -la gran balada de OK Computer- y uno de los grandes momentos de la noche quedó inmortalizado con la secuencia conformada por la transgresora Pyramid Song -único tema del álbum Amnesiac que el grupo eligió para el concierto-, con sus inquietantes líneas de piano y sus lograda secuencia de compases que invitan a perderse en ella; Street Spirit (fade out) y el fantástico arpegio de la guitarra de O’Brien, un himno del aclamado álbum The Bends, con el cual, en 1995, el grupo fue ovacionado por la crítica; y la extraordinaria Jigsaw Falling Into Place, de In Rainbows, nueva y –también- con inevitable destino de himno para sus seguidores.

Luego llegó Idioteque, otro celebrado dance de Kid A, con sus destacados samples y la vocalización casi neurótica de Yorke. Fue el tema que antecedió a Bodysnatchers, del nuevo álbum y, otra vez, los guitarritas hundiendo el pedal de distorsión. Hasta que Yorke encontró el momento propicio para que exhibir su espanglish y su sensibilidad social. How to Disappear Completely, editado en Kid A, fue su homenaje a los desaparecidos por la última dictadura militar, al cumplirse 33 años del inicio de aquel horror. “Sabemos que hoy es un día especial para los argentinos”, se hizo escuchar el cantante en la dedicatoria, con una clara noción de lo sucedido. Fue uno de los picos altos de la noche, de la mano de una de las canciones preferidas por Yorke, con suaves líneas de guitarra acústica y arreglos orquestales. How to Disappear Completely, en efecto, inauguró otra gran secuencia del show al ser sucedido por Videotape (la balada que cierra el nuevo álbum), el esperadísimo Paranoid Android (temón de OK Computer), la sensual y aclamada House of Cards (¿su nuevo gran hit?), que fue seguida por la atrapante Reckoner (también de In Rainbows), antes de provocar otra explosión con la maravillosa atmósfera de guitarras de Planet Telex, otra genialidad de The Bends. ¿El público? Extasiado y agradecido.

Go Slowly, bellísima melodía incluida en In Rainbows II, fue la última de las nuevas. Y al toque, 2+2=5 -de Hail to the Thief-, con su arpegio y disonancias que cautivan, acompañada por su audaz secuencia de compases. Yorke exprime su voz con vitalidad y todo se desenvuelve en un rock ácido con aroma a The Bends. Otra de mis preferidas.

Por si alguien se había quedado con más ganas de mover los hombros, Radiohead regaló Everything in it’s right place, otro encuentro con la música electrónica inmortalizado en Kid A, antes del cierre con Creep (no podía ser de otra manera), un momento que sus fans argentinos venían soñando de antaño.“Good night!”, saludó Yorke, agotado y feliz tras la brillante exposición de esa playlist que el grupo diseñó con maestría. Fueron 26 canciones y muchas más emociones para un rato que no será fácil olvidar.

Mariano Suarez - La patria massmediática

martes, 24 de marzo de 2009



Clarin y La Nacion, los gendarmes de la patria massmediática, reaccionaron esta semana con previsible virulencia ante el borrador del proyecto de reforma de la ley que regula el mapa de los medios de comunicación (22.285). Alegaron defender una libertad de prensa que retacean puertas hacia adentro.


Examinemos, blanco sobre negro, algunos aspectos del proyecto por debajo de los eslóganes que se esgrimen el gobierno y las patronales empresarias de la industria.


La legislación argentina en materia de radiodifusión admite márgenes de concentración inéditos en cualquier país del mundo. Él control de la acumulación de medios es un imperativo vigente en todos los países capitalistas desarrollados. Por caso, en los Estados Unidos, la tierra del libre mercado, nadie puede ser titular de un diario y una emisora de TV en una misma región de influencia y no se puede alcanzar a una audiencia nacional superior al 35%. La aplicación de una norma de esta naturaleza en la Argentina dejaría fuera de la ley no sólo a Clarín, sino a todos los holdings de medios.


La legislación antimonopólica no es una medida propia de los "populismos latinoamericanos" ni una herencia de prosapia socialista. La regulación del monopolio es la piedra de toque de todo sistema de mercado eficiente. El escocés Adam Smith, teórico del liberalismo económico, afirmaba que el monopolio, forma extrema de la competencia imperfecta, es por naturaleza ineficiente: los competidores establecen precios demasiado altos, obtienen una renta extraordinaria y se despreocupan de la calidad del producto.


El proyecto oficial dibuja algunos indispensables límites al mapa de la cocentración de la industria de medios.


La ley vigente -gracias a las reformas cocebidas por los gobiernos de Menem y De la Rua (1)-admite en apariencia hasta 24 licencias de medios por grupo, aunque en rigor ese número se extiende al infinito si se computa la incidencia de un régimen de facto de transferencias de licencias y la exclusión en el conteo de los servicios de televisión satelital y de cable (2).


El proyecto oficial propone, entre más medidas saludables, limitar a 10 el número de licencias por holding; reducir a un 35 por ciento las cuota de penetración máxima en el mercado de la televisión por cable (3)-; e imponer pautas para controlar la "concetración vertical" (4).


Además, se incorporan elementos indiscutibles como la participación de nuevos actores sociales en el mercado de medios (universidades, ong's, etc), además de establecer pautas mínimas para la producción de contenidos nacionales en los medios, una herramienta directa de defensa del trabajo (5).


Entendemos que el proyecto también exhibe aspectos graves y cuestionables. La apertura del mercado de la radiodifusión a las empresas prestatarias de servicios públicos (y en especial a las empresas de telecomunicaciones) merece -por la envergadura y nivel de facturación de esas empresas- un ajuste más fuerte de las regulaciones del sector para defender a las voces más débiles del escenario mediático (6).


En otro contexto político, o en una democracia madura y genuina -que evidentemente no tenemos-, este mismo proyecto oficial, hoy acusado de ser una herramienta para el control de la prensa y el silenciamiento de los opositores- sería criticado desde las tribunas más ortodoxas y liberales por su benevolencia con la industria de medios.


De hecho, el antiguo -y sabio- precepto legal que les negaba licencias de televisión abierta a los titulares de medios gráficos (el viejo art. 45), hoy resulta una quimera que no integra siquiera los proyectos de reforma más audaces.

El borrador presentado por el proyecto merece ser debatido. ¿Veremos ese debate en la pantalla de TN?


El autor es periodista y abogado especializado en derecho del Trabajo y de las Comunicaciones.


Más sobre este post en http://http://www.elderechodelasbestias.blogspot.com/ y http:// http://www.periodismoprofesional. com



Notas:
(1) El decreto 1062/1998 inauguró un régimen de transferencias de licencias que liberalizó los controles de la autoridad de aplicación. El decreto 1005/1999 elevó de 4 a 24 el tope de licencias acumulables por un mismo titular. La redacción original de la ley contemplana un máximo de 4 licencias.

(2) Los llamados "servicios complementarios de radiodifusión" -entre ellos, la televisión por suscripción- no se computan al efecto del conteo de las 24 licencias. El proyecto oficial revierte este criterio.

(3) La fusión Cablevisión-Multicanal, autorizada en 2008 por el gobierno nacional, le otorga al grupo Clarín el 70 por ciento del mercado del cable. A mediados de la década del noventa existían 1.600 operadores de cable; ahora uno sólo domina el mercado.

(4) El proyecto limita la concentración dentro de una misma línea de suministros. Por ejemplo, prohibe la acumulación de una productora de contenidos con un canal de televisión abierta.

(5) El proyecto exige una cuota de 70 por ciento de producción nacional en radio y 60 por ciento en televisión.

(6) La tradición regulatoria argentina e internacional dividía a la radiodifusión (emisión de ondas en forma masiva) y las telecomunicaciones (conexiones punto por punto). Esa barrera, en su momento adecuada, fue derribada por la tecnología que hoy permite, por un mismo soporte físico, prestar los dos servicios.

Ayelén Pujol: Periodismo Pobre

viernes, 13 de febrero de 2009


La idea venía gestándose; los comentarios y chistes por el estilo empezaron a aflorar y fue en la final de la Copa Davis donde se levantó la bandera: ahí surgió el Periodismo Pobre.

Se trata de un círculo de chicos y chicas que ostentan un título (en su mayoría son de escuelitas de periodismo) y que eligen como modo de vida el perfil bajo. Lejos del estrellato, están bañados de simpleza. Entonces los llamás y les pedís un número de teléfono de quien sea, y te lo pasan sin importar si te conocen o no. Entonces, en una jornada de trabajo, les pedís ayuda, y te la dan. Hasta pueden anotarte frases en una conferencia de prensa que ellos ni siquiera están obligados a escuchar.

Tienen reglas implícitas inviolables:
Nunca, jamás, serán amigos de un protagonista.
Nunca, jamás, usarán la chapa de su medio para obtener un rédito personal.
Nunca, jamás, iniciarán una relación con un colega sólo por interés.
Nunca, jamás, tendrán una primicia.

El PP jamás estará entre los invitados a un VIP: las pulseritas de colores que permiten el ingreso descansarán en las muñecas del Otro Periodismo. Ese Otro Periodismo consigue entrevistas casi sin esforzarse; el PP transpira durante meses (y quizá tampoco las consigue). Ese Otro Periodismo es invitado a fiestas importantes; el PP no, y se junta a cenar en un restaurante como consuelo.

El PP admira a deportistas como Martín Vassallo Argüello (en definitiva, el nombre del grupo nace de una frase suya modificada). Y si tiene una característica, es la solidaridad. En aquella final de la Davis pude ver cómo uno de ellos abría su tupper y compartía con el resto los sanguchitos que había hecho su madre.

En sus charlas, el PP no habla de periodismo (o trata de no hacerlo), sino que conversa sobre cualquier tema de la vida: hasta es capaz de hacer trucos de magia en un restaurante ante la viste del resto de los comensales. Y es feliz así.

Gastón Gaudio contraatacó alguna vez: “No hay tenis rico y tenis pobre. Hay tenis bueno y tenis malo”. ¿Si eso se aplicará también para el periodismo? Eso está por verse.


Ayelén Puyol por Nacho Uzquiza: Ayelén tiene muchas cosas buenas para destacar. Es una gran periodista, buena gente y amiga pero tiene algo que la hace brillar más aún: es hincha de Banfield. Una genia y la única mujer del medio que conozco que tiene buen gusto en la elección de sus colores futbolísticos. Redactora del diario Perfil, trabajó en Clarín, en Infobae.com y en Espn.

Ignacio Uzquiza - Va por ahí

miércoles, 4 de febrero de 2009


“Va por ahí” no es una murga cualquiera. No sólo porque a medida que crecen, hacen muestra del gran talento que poseen, tampoco porque sus shows son logrados, eficaces, entretenidos dentro de la oferta que existe en el minúsculo mundo under de murga uruguaya en nuestro país. “Va por ahí” tiene un condimento especial, que hace que la quiera más que a cualquier otra, una amistad en común.

El grupo es argentino, pero hace murga uruguaya: voces, bombo, platillo, redoblante, presentación, tres cuplés, canción final y retirada. Es decir, tiene todos los ingredientes de las agrupaciones del país vecino, pero es un talento que nació del otro lado del charco. Para los que entienden poco del tema, ir a ver a “Va por ahí” es lo mismo que, por ejemplo, ser espectador de Falta y Resto, Araca la Cana, Contrafarsa, por nombrar a las murgas orientales más mediáticas.

Estos chicos desafían el mapa. Con timidez y respeto a cuestas por no ser del país que abrigara la murga, pero con el talento necesario, se suben al barco y se mandan. Sin temor, presentaron su show el año pasado en Salto, Uruguay, lugar un tanto hostil para reconocer a una murga foránea. Sin embargo, superaron el desafío con creces y recibieron invitaciones para recorrer el interior uruguayo.

Tuve la suerte de verlos en la presentación que hicieron en noviembre pasado en el teatro Fray Mocho de su show “No sos vos, soy yo”. Ante un auditorio colmado, los 14 integrantes de nuestro, para los amantes de este tipo de música, orgullo nacional brillaron.

“Un grupo de jóvenes carnavaleros en una desesperada e inagotable búsqueda de identidad, de querer ser parte de algo en un mundo moderno lleno de estímulos. Buscando consejos en una fuerza, un símbolo que les permita pertenecer, la murga se topa con extraños (y en ocasiones siniestros) personajes que intentarán sacar provecho de la situación. Es así como un Pai milagroso, un psicólogo y hasta un perro policía confundirán aún más a estos pobres muchachos. Finalmente la ballena Willy logra saltar el fuego y salvar su vida, el policía negro muere y el pobre campesino logra conquistar a la millonaria hija del sheriff... Bueno, algo así”. Así vendieron la formidable presentación que les valió el respeto y el elogio de por ejemplo Eduardo “Pitufo” Lombardo, director de la Contrafarsa y uno de los músicos más respetados del Uruguay.


Como adelantaba, “Va por ahí” es especial para mí, porque uno de sus integrantes es mi amigo y un gran periodista en ascenso, Mariano López Blasco. Un autodidacta de la murga, que escribe por las tardes con esa solvencia que lo acostumbra y por las noches, despunta su inquietud pintándose la cara y cantando al ritmo del platillo, el bombo y el redoblante.

Carlos Fumenigue - Queribles criaturas

jueves, 22 de enero de 2009



Declararse fanático de Estudio Fútbol genera un rechazo similar al de, en su momento, blanquearse como votante de Menem. Incluso después de haberme comido los sapos de Angeloz y Bordón, de haber votado a Lilita (a quien todavía me concedo no ubicar dentro de los anfibios) y de esa manera haber contribuido a esa máscara reprimida disfrazada de pudor ético anti-Menem, entiendo cierto asco orgánico que puedan generar cinco minutos seguidos de Estudio Fútbol un día cualquiera. Aun así, lo veo, podría decirse que a esta altura lo disfruto y, ¿por qué? No tengo ni idea.



Hagamos primero una somera diferenciación de las señales deportivas a las que accedemos diariamente. ESPN es la asepsia, la NASA, todo ubicado y en su lugar, hasta chistes malos que caen simpáticos. Fox es el Conrad de Punta del Este, mucho partido-homenaje a gloria latinoamericana, mucho periodista deportivo joven que se cree mil por usar traje y decir sinónimos. TyC Sports es ropa Puma de canje, gente a la que todavía te cruzás en el subte (porque de hecho me ha pasado). Que Estudio Fútbol sea su programa estrella suena entonces poco menos que muy coherente. Si (y acá le robo a un reputado poeta de Boedo) La Ultima Palabra es "Niembro y los X Men", podría decirse que Estudio Fútbol es una Liga de la Justicia que funciona en un dos ambientes con problemas de humedad, pero que aun así no renuncia a la lucha.



Acaso sea el morbo por la medianía perfecta, como si fuese un producto calculado, lo que me lleva a poner ese murmullo gris de todos los mediodías. "Yo no entiendo cómo podés ver todos los días a estos gordos que se la pasan gritando", se sorprende seguido mi mujer, quien los llama Los Tres Chiflados, así en "la mesa" haya tres, cuatro u ocho, como después de un Boca-River o un partido de la Selección. Pero tiene razón: ¿por qué será que son todos gordos? Al punto que estoy convencido de que el Gordo Palacios está convencido de que es flaco. Ese gel en el pelo, su brazo siempre apoyado a la pelota con sus iniciales, su reloj espamentoso, sus anotaciones, sus revisadas de mensajitos en el celular, el pragmatismo berreta de sus razonamientos... su poder de negación es francamente envidiable.



Pero Estudio Fútbol es un programa de, sino personajes, de caracteres: la mesura y el compromiso (ni más ni menos que el Men Sana In Corpore Sano de TEA) de Alejandro Fabbri, el utopismo religioso de Recondo, el criterioso talibanismo de Pagani, los carismáticos y agudos exabruptos de Farinella, el empalagoso chichoneo de Arévalo y hasta un lugar para el casi siempre atinado y muy bien informado Senosiain. Por los costados, un cotillón inverosímil: la banda de sonido "Nada es lo mismo sin fútbol" que pareciera cantada por el Mono Mario, las luces estroboscópicas que se prenden cuando vuelven del corte, esos sacos y camisas de Meeks-Lomas de Zamora, los botines Diadora que entregan por un concurso, la pelota de tiento que le regalan a la leyenda de turno, los cubiertos para asado que le dan al del móvil... todo magnificado durante el verano con el estudio en el Balneario 12 de Punta Mogotes, que merece un texto aparte.



Es recurrente cierta queja nostálgica a que "ya no se habla de fútbol". Me encantaría saber cuándo se hablaba de fútbol si no había otro programa además de "Polémica en el fútbol" (el título es un silogismo) y, en todo caso, cuánto hay para hablar de fútbol. Estudio Fútbol tiene tanto tiempo para llenar que precisamente cuando más pierde es cuando más se dedica a su supuesto tema en cuestión: la táctica, posta que tomaron sucesivamente los somnolientos Patricio Hernández, Gabriel Calderón y Gustavo Barros Schelotto. En cambio, cuando hablamos de las polémicas de los arbitrajes, el compacto de ping-pong y el compendio de atajadas, ya estamos hablando de un agujero negro en la grilla televisiva, en ese momento estoy seguro de que no hay nada menos interesante en los 85 canales, muchos más si se tiene TV digital.



¿De qué se compone entonces Estudio Fútbol? Básicamente de discusiones inconducentes en las que sin mayores fundamentos se tocan tópicos que rozan el análisis psicológico de declaraciones de los jugadores, semiótica de las hinchadas, interpretación del lenguaje corporal de los directores técnicos, presunciones financieras de transferencias millonarias y debates de derecho laboral futbolístico. Todo con grave circunspección que pretende camuflar un gran y benemérito tun tun, sin que esto signifique faltarles el respeto a profesionales de fuste.



La paradoja es que si hay algo que me resulta admirable de toda esta combinación es esta especie de convicción por la liviandad sin clase, en la frontera de lo grasa y lo tierno. En definitiva, acaso se trate criaturas queribles.

Fumenigue por Nacho Uzquiza: Trabajó conmigo, parafraseando a Fabián Casas, en esa cárcel de mínima seguridad que es el diario Olé. Con Carlos, a quien admiro profundamente por su originalidad y talento, nos une algo para mí muy especial: el barrio, barrio norte. Allí nos criamos, sin saber uno del otro. Pero los rituales, los lugares son los mismos y sumado a una educación similar y alguna que otro parentezco de grupos de amigos nos relacionamos.