Andrés Burgo - Supuesta valentía

miércoles, 26 de marzo de 2008



Por Andrés Burgo (*).

El domingo pasado estuve en Liniers para ver Vélez-River. Lo más noticioso, o eso me pareció, fue que 30.000 personas gritaran contra el presidente de la AFA como nunca se había hecho. "Grondona, hijo de puta, la puta que te parió, Grondona, hijo de puta, la puta que te parió", gritaron todos los de Vélez y todos los de River. Lo culpaban por la muerte de Emanuel Álvarez. No estaban diciendo: "Grondona, usted disparó", sino "Grondona, no se haga más el boludo; haga algo, por Dios".
Al día siguiente, los diarios casi no mencionaron el episodio. No escuché radio ni vi tele, pero sospecho que tampoco ahí se reprodujeron esas críticas populares y masivas al presidente de la AFA (una excepción, seguramente, habrá sido el programa de Víctor Hugo Morales). Imagino la decepción de las miles de personas que en Liniers habían protagonizado un hecho singular, inédito, y que sin embargo al otro día en los medios parecía de ciencia ficción: no había existido, había sido una alucinación.
Desde hace un mes trabajo para un nuevo diario, Crítica de la Argentina. Pero durante siete años lo hice en Clarín. Aquí, en esta nueva redacción, se pueden escribir algunas cosas que en otros trabajos no se podía. Y por eso, cuando le pregunté a mi jefe (Gustavo Veiga, un número 1) si podíamos transcribir lo que había pasado en Liniers, me respondió que sí. Y entonces, simplemente, se publicó lo que había pasado: que miles de tipos habían puteado al todo pasa.
Recibí algunos mailes felicitándome por mi supuesta valentía. "Por fin el periodismo deportivo no se calla", "Gracias por tener huevos para meterte contra Grondona", y cosas por el estilo. Les respondí a todos. Y los desilusioné a todos. Yo no tengo más huevos que nadie. Yo no soy más valiente que nadie. Y ni siquiera pasa por ser valiente o no: pasa por dónde laburás. Lo que hice el domingo fue lo que habría hecho cualquier otro periodista: simplemente aprovechar que, casi por azar, trabajo en un diario en el que se pueden publicar algunas cosas que en otros lugares no se puede. Pero si trabajara en otro medio, por supuesto no habría escrito nada.
Por supuesto, en otros diarios, de estas puteadas a Grondona no salieron más que una línea. Y yo, en ese caso, habría hecho lo mismo.

(*) El autor es periodista.

Andrés Burgo

Amigo por herencia. Primero, sedujo a Pedrito con esa voz particularmente entrañable que lo distingue y luego, inevitablemente, a mí. Personaje encantador, amigo de los amigos, empezó su carrera periodística en Clarín hasta que se hartó del manoseo constante. Entonces, decidió buscar nuevos rumbos.
Vivió en Madrid durante dos años, donde colaboró con los medios más importantes del mundo como, por ejemplo, la revista Geo -la más reconocida de turismo- y diarios del Japón, entre otros. Escribió para las revistas más importantes del país. Viajó por los lugares más recónditos del mundo, siempre con el entusiasmo y la inquietud de un periodista de raza. Actualmente es redactor de la sección deportes del diario Crítica de la Argentina. Andrés, gracias por tu escritura.